AFEMEN SE SUMA A LA CAMPAÑA DE COMUNICACIÓN PROMOVIDA A NIVEL AUTONÓMICO Y ESTATAL POR LAS ASOCIACIONES DE SALUD MENTAL

“Una sociedad que aboca a adolescentes y jóvenes a creer que no hay salida, es una sociedad fallida”

  • Las Asociaciones que forman parte de la Confederación Salud Mental España lanzan una campaña de sensibilización dirigida a adolescentes y jóvenes, madres y padres y personal de centros educativos.
  • Según un estudio1, en 2021 la ideación suicida entre personas de 15 a 29 años se incrementó un 53%, llegando a ser 9 de cada 100 jóvenes quienes experimentaron ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’.
  • SALUD MENTAL ESPAÑA que se dote de presupuesto la Estrategia de Salud Mental que contiene una línea específica sobre prevención del suicidio

 

Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre se celebró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, AFEMEN SE SUMA A LA CAMPAÑA DE SALUD MENTAL ESPAÑA de sensibilización con el objetivo de prevenir el suicidio con recomendaciones dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres y madres y personal de centros educativos, detallando, además una serie de factores de riesgo que se pueden relacionar con la conducta suicida.

LAS CIFRAS:

El suicidio es un grave problema de salud pública y se calcula que cada año provoca en torno a 800.000 muertes en el mundo, más que las guerras y los homicidios juntos.

España afronta su máximo histórico de suicidios: 3.941 personas acabaron con su vida (según los últimos datos publicados por el INE, en 2020) lo que equivale a una media de casi 11 personas al día -esto es, un suicidio cada dos horas-. De este total, un 74 por ciento de ellas han sido varones y un 26 por ciento mujeres. Por cada persona que se suicida, al menos otras seis se ven íntima y profundamente afectadas.

El suicidio se consolida como la principal causa de muerte no natural en territorio nacional, produciendo 2,7 veces las provocadas por accidentes de tráfico. 13,6 veces más que los homicidios y casi 90 veces más que la violencia de género.

Además, es la principal causa de muerte entre la juventud española (15 a 29 años) 300 muertes por esta causa, solo está por delante la muerte por los tumores (330 defunciones).

El teléfono de atención a la conducta suicida 024 ha atendido en sus cuatro primeros meses de funcionamiento más de 34.000 llamadas. Una media aprox. de casi 300 al día.

Por cada suicidio consumado, se producen 20 intentos.

HABLARLO ES LA MEJOR MANERA DE PREVENIRLO

Es importante destacar que el suicidio se puede prevenir. Para ello es imprescindible un abordaje transversal de la conducta suicida, a través de detección, diagnóstico, tratamiento y continuidad de cuidados de los trastornos mentales.

Así mismo, es imprescindible acabar con los mitos e ideas erróneas sobre el suicidio para facilitar la desestigmatización y culpabilización de la conducta suicida y, con ello, posibilitar que las personas con ideaciones suicidas rompan el silencio, pidan ayuda, y expresen sus emociones con confianza.

Desde las asociaciones de salud mental consideramos imprescindible las campañas de comunicación con el objetivo de la concienciación y sensibilización social, así como la necesidad de dotación de recursos públicos. Y ello, con mayor urgencia, ahora que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte en los jóvenes, por delante a las de accidentes de tráfico, algo que nunca había pasado en la historia desde que se dispone de estadísticas.

 

LA PERSONA QUE QUIERE SUICIDARSE NO QUIERE DEJAR DE VIVIR. QUIERE DEJAR DE SUFRIR

La situación entre la población adolescente y joven ha empeorado: trescientas personas de entre 15 y 29 años decidieron terminar con sus vidas en 2020. Y en 2021, según un estudio2, la ideación suicida entre personas de 15 a 29 años se incrementó un 53%, llegando a ser 9 de cada 100 jóvenes quienes experimentaron ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’, cuando en 2019 esa proporción era del 5,8%3.

Algunos factores de riesgo para la conducta suicida en adolescentes y jóvenes son: experimentar abusos, acoso, violencia o discriminación de cualquier naturaleza, el consumo de drogas, tener depresión o algún trastorno mental, el duelo por separación de padres/madres, por cambio de centro educativo, el suicidio de figuras referentes, o carecer de habilidades sociales.

En esta campaña, SALUD MENTAL ESPAÑA traslada la idea de que “Con el suicidio NO hay CTRL+Z, no hay vuelta atrás”, que el suicidio es una medida definitiva ante un problema temporal, algo que debemos hacer entender a las personas desde la infancia.
Nel González Zapico, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, “es urgente recuperar la dimensión humana de las personas, y tender la mano a quien siente que no puede ya más. Además, necesitamos que se dote de presupuesto la Estrategia de Salud Mental que contiene una línea específica sobre prevención del suicidio y transformar las condiciones de vida (sociales, económicas, de salud…) de las personas para garantizar la preservación de su derecho principal, que es la vida”.

Recomendaciones para prevenir el suicidio en adolescentes y jóvenes

Paula Ga Valverde Fonseca, psicóloga del Servicio de Apoyo a la Inserción Laboral de AMAFE, Asociación española de apoyo en psicosis, llama la atención sobre el silencio, el tabú y los mitos alrededor del suicidio y de la salud mental: “No es que no exista de lo que no se habla, sino que de lo que no se habla no se conoce y no se aborda, lo que enquista o agrava el posible sufrimiento presente”, explica.

Los y las menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicido que quienes no lo han sufrido, según un informe4 de Save the Children. “Si sufres acoso busca alguien que te dé seguridad para pararlo cuanto antes y, llegado el caso denúncialo” es la recomendación para niños/as, adolescentes y jóvenes. Hay que tener en cuenta que este daño puede venir del colegio, de las redes sociales, o de otros entornos como la propia familia.

Los centros educativos deben convertirse en espacios seguros y de prevención. Por otra parte, es positivo que el personal docente haga visibles en los espacios recursos y teléfonos de ayuda, que hable de salud mental, suicidio, drogas, autocuidado, etc., y que genere recursos de apoyo para acompañar física y emocionalmente al alumnado.

Además de la influencia de las redes sociales, de los estándares de belleza, etc., Ga Valverde recuerda cómo el confinamiento y aislamiento vivido con la pandemia del COVID-19 ha afectado a la forma de relacionarse de las nuevas generaciones.

Establecer una ayuda sólida y eficaz desde las primeras etapas de la vida es primordial. La familia es otro gran punto de apoyo: padres y madres no deben banalizar, despreciar o infravalorar el sufrimiento de su hija o hijo, ni culpabilizarle o compararle con otras personas. En cambio, es recomendable fomentar la comunicación y prestar atención a señales como autolesiones, pérdida de contacto con sus amistades, abandono de aficiones, etc.

El sufrimiento que viven una persona está inmersa en ideaciones suicidas es difícil de sostener, tal y como explica Ga Valverde “tras la ideación suicida hay angustia, hay desolación, hay soledad… La persona se siente atrapada en esta situación tan dolorosa, ha intentado buscar alternativas y cambios pero no han surtido el efecto deseado, lo que agrava el pensamiento de que “esto no acabará nunca y no tiene solución”.