Nuestras videoconferencias se están revelando como una importante herramienta de apoyo psicosocial.
El pasado 6 de mayo les ha tocado el turno a todos los trabajadores y las trabajadoras de AFEMEN. Hemos mantenido una reunión para la coordinación del trabajo que se viene realizando en toda la provincia.
Este encuentro virtual viene a sumarse a los que vienen manteniendo los propios monitores con las personas usuarias que atienden en cada localidad, además de los que mantiene nuestra psicóloga con las familias.
En este caso, la video-conferencia se ha centrado, sobre todo, en la atención que venimos ofreciendo a las personas usuarias. Refiriéndose a éstas, los/las monitores/as, han destacado que la mayoría de ellas vienen sobrellevando de manera muy aceptable el confinamiento. Aunque desde esta semana ya se comienzan a ver algunos síntomas de cansancio psíquico, y muchos deseos de volver a la normalidad. En concreto, preguntan a menudo cuándo podrán volver a asistir en persona a los Centros Sociales.
Apoyo para ayudarles a sobrellevar el confinamiento
Es por esto que la labor de nuestros monitores/as en esta situación excepcional se está revelando como un recurso de gran apoyo para ayudarles a sobrellevar el confinamiento. Así, se convierten en una herramienta de refuerzo de las indicaciones de las autoridades sobre las medidas de protección frente al contagio por el COVID 19. Y además, suponen una importante ayuda para que mantengan una rutina y ocupación saludables, así como para contribuir a evitar problemas de convivencia en el ámbito familiar. Todo ello, ayudándoles a mantener un espíritu positivo.
Por otro lado, se ha detectado que algunos familiares están presentando síntomas de ansiedad como consecuencia del confinamiento. Nuestra psicóloga, Auxi, precisó que son comprensibles esas señales de fatiga psíquica que vienen sufriendo, como cualquier ciudadano/a, en estas circunstancias. Aunque a ello hay que añadirle, en algunos casos, la preocupación por ver a su familiar con enfermedad mental todo el día en casa, sin realizar actividades ocupacionales, ni tener participación social, lo que les lleva a temer un empeoramiento en su sintomatología.
En este sentido, la labor que venimos llevando a cabo con nuestras familias pretende que nos sientan cerca, a pesar de la distancia física. Que se sientan acompañadas y apoyadas emocionalmente. Y que les transmitamos la esperanza de que todo va a salir bien, a pesar de las dificultades.